
Tiene sus orígenes en el siglo I a.C., en la época de romana, cuando Málaga formó parte de la provincia romana de Hispania Ulterior. Fue construido en la época de Augusto, utilizándose hasta el siglo III.
En la época musulmana, fue utilizado como cantera para la reestructuración de la Alcazaba, utilizando capiteles y fustes de las columnas, como sujeción de arcos de herradura de las puertas de la Alcazaba.